viernes, 18 de mayo de 2012

Ante la brutal tasa de paro que vive España parte 2


Primero, declarar la deuda como impagable (casi 30.000 millones de euro al año ¡¡sólo en intereses!!) y empezar a renegociarla de inmediato. Declarar a nuestros acreedores que el gobierno español no va a permitir que se exprima a la población española para que pague la deuda y que una forma igualmente válida para hacerlo es aumentar la actividad y así generar ingresos para poder pagarla. Si la UE no acepta el trato, España debe salirse del euro junto al resto de países que están pasando por una mala situación económica.


Joan Rosell, presidente de la patronal. El modelo económico creado por nuestra clase empresarial es una de las causas de la crisis y el paro. Aún así,  se sigue culpando al trabajador español de la crisis y aprovechándose de la misma para imponer recortes sociales y laborales

Para que haya más actividad económica hace falta dinero y aquí siempre se nos dice que no hay dinero y que, por lo tanto, no se puede hacer nada. Primero, para rescatar a la banca sí que hubo dinero, y mucho. Segundo, se nos dice que ese dinero nos lo han de prestar los “mercados”, es decir, la banca internacional, dinero que habrá que devolver con intereses. Para conseguirlo, nos dicen que hay que dar “confianza a los mercados”, es decir, realizar planes de ajuste, hacer recortes y privatizar servicios públicos, que serán adquiridos por esos mismos “mercados” que logran así una nueva vía para hacer negocio.
Nosotros creemos que sí hay dinero y que hay otras fuentes además de los mercados. Ahí están los más de 43.000 millones que las grandes rentas y empresas evaden al fisco cada año a través de paraísos fiscales, SICAVs y todo tipo de chanchullos. Asimismo, se debe fomentar la contratación de trabajadores españoles para que se gasten en España el dinero que ganen. Así se hubiera conseguido evitar la evasión de más de 45.000 millones de euros que los inmigrantes han enviado a sus países de origen en los últimos nueve años. Ahí están también las decenas de miles de millones de euros que las grandes empresas han sacado de España. Son los beneficios que hicieron en España con la burbuja y que ahora han sacado del país para invertirlo en Marruecos, China o Brasil. Se pueden poner tasas a las transacciones financiero-especulativas. Y sobre todo, está el dinero que crea el Banco Central Europeo, que en vez de ir destinado a financiar la actividad productiva de empresas y familias, se dirige a que la banca privada tape sus agujeros y, al mismo tiempo, ponga de rodillas, a través de los “mercados”, a los Estados Nacionales, comprando su deuda a intereses cada vez más altos. Si el BCE no cambia su comportamiento, España, al salirse del euro, debe crear un auténtico Banco Nacional que financie la economía sin la carga de la deuda.
Es decir, dinero sí que hay, lo que pasa es que, por un lado, no se recauda y por otro, no se hace nada para canalizarlo hacia la economía productiva. En su lugar, para conseguir dinero, el gobierno del PP se dedica a subirle los impuestos a la clase media, a reducir servicios públicos a los trabajadores españoles y a decretar una reforma laboral que lo único que va a hacer es aumentar el paro a corto plazo y perpetuar el modelo económico de bajos salarios que nos ha llevado a esta situación. Seguiremos atrayendo a inmigrantes poco cualificados y expulsando a españoles cualificados. Es necesario cambiar este modelo tan dependiente de los servicios y de la construcción y volver a otro más equilibrado, con mayor presencia de la agricultura y de la industria.

 
Los sindicatos mayoritarios son co-responsables de la actual situación

Ahora bien, nos preguntamos cómo va a hacer esto un gobierno que ha apoyado un acuerdo agrario de la UE con Marruecos absolutamente negativo para nuestra agricultura, ha reducido de manera radical las ayudas a la investigación y a la tecnología, necesarias para una industria competitiva, ha permitido la invasión desleal de productos asiáticos que hunden nuestra industria y nuestro pequeño comercio...al mismo tiempo que aumenta todos los impuestos posibles, tanto al trabajo como al consumo. La única propuesta que se ha hecho de momento para crear empleo en España ha sido la de trasplantar Las Vegas a Madrid,.convirtiendo la zona en la que se asiente el proyecto en un paraíso fiscal y laboral dedicado al lavado de dinero negro y a actividades ilegales de todo tipo.
Hay que cambiar el modelo de Estado eliminando todas las autonomías con lo que se conseguirá un efecto positivo ahorrando en duplicidades e implantando un mercado único. Por último, hay que reducir de manera radical la presencia masiva de inmigrantes promoviendo el retorno a sus países de origen. De esta forma, bajará el paro y se reducirá el gasto de una manera importante.

Por desgracia, el actual gobierno del PP no tiene ninguna intención de tomar alguna de estas medidas. Como mucho, algún parche que nada soluciona. Eso si, se compromete a obedecer todo lo que se le mande desde Bruselas, incluso si implica un fuerte aumento del desempleo y el empeoramiento de las condiciones laborales y personales de la mayoría de la población española.

De seguir así, nos dirigimos directos a más de seis millones de parados en menos de un año. El mismo gobierno reconoce que hasta 2015 el paro estará por encima del 22%. Algunos organismos internacionales apuntan que España no empezará a recuperarse hasta 2016 0 2017, situación que será prácticamente imposible de aguantar y que puede acabar con la intervención de España y la colocación de un empleado de la banca internacional para dirigir al gobierno español, como ha ocurrido en Italia y Grecia, y cuya misión será asegurarse de que el dinero del pueblo español fluye de manera segura a las cuentas corrientes de los bancos acreedores internacionales.

Ante la brutal tasa de paro que sufre España Parte 1


Fuente: http://democracianacional.org/dn/modules.php?name=News&file=article&sid=3808 

Coincidiendo con el Día del Trabajo, nos anuncian que España entra en una nueva recesión con  datos de paro que empiezan a ser dramáticos. En España ya hay más de 5.600.000 personas en el paro. En concreto el 24,44% de la población activa, la tasa más alta de nuestra historia reciente. La tasa de paro juvenil supera el 50% y el número de hogares en los que todos sus miembros está en el paro supera el millón setecientos mil.

 

Si el gobierno sigue con sus medidas, vamos directos a más de seis millones de parados

Tras cuatro meses de gobierno del PP las cosas no han mejorado lo más mínimo. Es cierto que es poco tiempo, pero también es verdad que el PP ya sabía que iba a gobernar mucho antes de las elecciones, por lo que ya debería haber dado muestras de saber qué hacer. Pero en cambio, la imagen que dan es la de una total descoordinación de los miembros del gobierno, de no tener ni idea de qué hacer para sacarnos de la crisis y de que lo único que tienen claro es ser fieles obedientes de lo que se les mande desde Bruselas, aún cuando sea para beneficiar a los bancos europeos a los que les debemos dinero y de perjudicar a la población española.
No vamos a enumerar aquí el listado de mentiras y de promesas incumplidas por el PP en estos cuatro meses, ya que podríamos estar todo el día, pero sí nos centraremos en una de ellas:”la culpa de la crisis es de Zapatero y del socialismo, el día que nosotros lleguemos al gobierno, todo cambiará”. Ojalá hubiera sido cierto, pero desde DN sabíamos que no iba a ser así, porque las causas de la crisis y del paro son mucho más profundas y vienen de bastante más atrás.
Fue durante la transición cuando empezaron a hacerse mal las cosas. La crisis mundial de los años 70 incrementó las prisas de los políticos españoles para meternos en Europa, creyendo que eso mejoraría nuestra situación. Podría haber sido verdad, de no ser por la desastrosa negociación que hicieron nuestros políticos de la UCD y del PSOE. A cambio de nuestra entrada, nuestros políticos consintieron la destrucción de nuestra economía productiva para convertirnos en un país de servicios a través del desmantelamiento inmediato de nuestra industria pesada, de nuestra pesca y de varias centrales nucleares en construcción, seguido del desmantelamiento gradual de nuestra agricultura y de nuestra industria ligera. Al convertirnos en un país de servicios sin industria, la formación profesional se destruyó al considerar que ya no hacía falta. Así, se acabó con nuestra economía productiva en beneficio de la especulativa. Desde entonces no somos capaces de crear y mantener empleo estable.
Se apostó entonces por la economía especulativa y del pelotazo, gestándose así la primera burbuja inmobiliaria en el periodo 1986-1992, en el que hubo una fuerte creación de empleo y crecimiento económico. Pero este crecimiento era en parte ficticio, por lo que la economía estalló en 1993 provocando dos años de fuerte crisis y desempleo. Tras varias reformas laborales y planes de ajuste, la economía se recuperó algo (a cambio de empeorar las condiciones sociales y laborales de los trabajadores españoles) Pero al seguir siendo una economía sin una base fuerte, se recurrió de nuevo a otra burbuja inmobiliaria basada en la deuda durante el periodo 2000-2007. De nuevo, se produjo un fuerte aumento del empleo y un grande y ficticio crecimiento del PIB. Pero al ser una economía especulativa basada en la construcción, el tinglado se vuelve a desmontar en 2007 y se vuelve a producir un fuerte aumento del desempleo, pero con dos hechos que agravan aún más la situación.


El mentiroso compulsivo de Rajoy sigue sin saber qué hacer para sacarnos de la crisis


Primero, nuestra entrada en el euro nos quita la soberanía monetaria y no podemos devaluar para hacer que nuestra economía sea más competitiva. Segundo, en este segundo periodo expansivo metimos a 6-7 millones de inmigrantes en nuestro territorio, como consecuencia de la necesidad de de  mano de obra barata para inflar aún más la burbuja, pero también como consecuencia del holocausto demográfico español, al haberse derrumbado nuestra tasa de natalidad desde principios de los años 80 y no haber tomado los políticos ninguna decisión al respecto. Sólo una, que agravó aun más la situación: la aprobación de la práctica del aborto a gran escala.
La burbuja inmobiliaria tuvo otro efecto negativo. Con los ingresos extra que recogían de dicha burbuja, los políticos se volvieron locos y se pusieron a aumentar los gastos pensando que esos ingresos iban a durar siempre. Así, empezaron a financiar todo tipo de gastos y de obras públicas improductivos. Otro motivo del aumento del gasto fue la necesidad de atender a una población adicional de 6-7 millones de inmigrantes. Al estallar la burbuja, los políticos se han encontrado con unos gastos que no pueden mantener, con una banca ultra-endeudada con la banca internacional y con unas Cajas de Ahorros (con las que los políticos habían financiado sus gastos) quebradas tras más de un siglo de existencia. Todo esto era agravado por el descontrol provocado por otro de los grandes errores de la transición: el Estado de las Autonomías, un auténtico monstruo que nuestros políticos se sacaron de la manga sin que hubiera ninguna demanda real por parte de la ciudadanía. Excepto Cataluña y País Vasco, el deseo de autonomía era mínimo o directamente nulo, pero aún así se sacó adelante el proyecto.
Así hemos llegado a la actual situación: camino de los seis millones de parados, por culpa de la deuda y de la falta de financiación, de nuestro modelo productivo, de nuestro modelo de Estado y de un exceso de población activa por culpa de la inmigración masiva. Y si esos son nuestros problemas, la solución ha de ser corregirlos.