¡No queremos españoles!. Esta es una frase que están escuchando cada vez más trabajadores españoles en boca de algunos empresarios y de algunas empresas de trabajo temporal. Se lo dicen así, a la cara, sin cortarse un pelo. A muchas empresas les han puesto el caramelo de la inmigración masiva y barata en la boca y ya no lo quieren soltar. En estas circunstancias, se podría esperar que los sindicatos y partidos de la autodenominada izquierda hicieran algo al respecto, pero poco podemos esperar de una gente que ha estado llamando “vagos“ a los españoles durante más de diez años. “Los españoles ya no quieren trabajar, por eso traemos inmigrantes“, nos decían. Ahora, muchos españoles, tras el derrumbe de la construcción, han vuelto a esos trabajos que supuestamente no querían hacer, pero dudamos mucho que ninguno de los que les insultaron les pidan perdón. Curiosamente, no se atreven a llamar “vagos“ a los marroquíes, a pesar de que este colectivo supera el 40% de paro.
Realmente, lo que pasa es que los españoles han sido expulsados literalmente de muchos sectores laborales como la hostelería y el servicio doméstico, ya que los inmigrantres trabajan por sueldos más bajos y muchas veces en situación irregular. Son esos sectores en los que antes encontraban su primer trabajo los jóvenes españoles mientras cursaban sus estudios o adquirían una formación profesional. Hoy, esos trabajos están copados por inmigrantes y el resultado es el previsible: un 40% de paro juvenil en España, una juventud cada vez menos esperanzada en el futuro y más propensa a caer en las drogas o en cualquier otro fenómeno destructivo.
Lás élites gobernantes de sus países de origen son responsables, por venderse a las multinacionales que en ellos se asientan. Nuestra clase política también es culpable. Ha abierto la puerta a millones de inmigrantes sin nuestro permiso, hace una regularización masiva tras otra, cuya consecuencia lógica es un continuo efecto llamada que, lejos de disminuir la cantidad de inmigrantes ilegales, la aumenta; se les concede la nacionalidad española de forma masiva, se les dan todo tipo de derechos, incluidos a los ilegales, preferencia en las ayudas, como ayudas a las empresas por cada inmigrante que contratan ¿cómo no se les va a contratar en esta situación?
Por no hablar de toda la economía sumergida que hay alrededor de este colectivo y que nadie hace nada por controlar. Sólo el 25% de los inmigrantes (algo más de millón y medio de los siete millones que hay) cotiza a la Seguridad Social en España y sus aportaciones son de las más bajas. Esto es una muestra de la gran cantidad de trabajo ilegal que existe. Siete mil millones de euros es la cantidad que los inmigrantes enviaron a sus países de origen el último año. Nadie calcula qué parte de esa cantidad viene de ingresos ilegales, nadie controla a los establecimientos chinos, que se pasan por el forro todas las normativas laborales y de apertura de comercios. Los inspectores de trabajo molestan al comercio español mientras tienen órdenes expresas de dejar en paz a los chinos. La reciente visita de dirigentes chinos a nuestro país no augura nada bueno. Es muy probable que los próximos meses la invasión económica china en nuestro país vaya en aumento.
El PSOE mendingando el voto inmigrante |
Se podría pensar que es normal que la patronal y los liberales estén encantados con esta invasión ya que baja los salarios. Lo que ya no es tan normal es que toda la izquierda (política, sindical y ultra) esté igual o más encantada, por lo que, una de dos, o son unos traidores al trabajador nacional, o tienen algún plan oculto respecto a la inmigración masiva, que podría consistir en ganarse su voto para futuras elecciones o incluso aprovecharse del papel disgregador que tiene la inmigración masiva sobre las sociedades para conseguir uno de los viejos sueños de la llamada izquierda española: la destrucción del estado nacional español, aunque sea a costa de reventar nuestro mercado laboral y hundiendo al trabajador que dicen defender.
Hace unos días el señor Rajoy, declaró que los españoles tienen sed de urnas, ansioso por unas encuestas tan favorables que darían al PP una mayoría. Esas encuestas no demuestran más que la lamentable actitud del pueblo español, que como una pelota de ping pong en una mesa va de pala roja a pala azul, todavía sin comprender que los dos jugadores son parte del juego y que dejan al pueblo carente de voluntad e iniciativa. Los políticos del que se puede llamar partido único PP-PSOE, están más sedientos que nunca de poder, porque ven una oportunidad única de oprimir y alcanzar cotas de omnipotencia nunca antes vistas ni por los mayores tiranos de la historia. Esto nunca ha sido ni es una democracia, mandan los mismos de siempre, los hijos de los hijos de los que llevan tiranizando esta patria durante décadas. No hay futuro con este sistema, inútil y oligarca, que solo se sustenta en sus innumerables crisis sufridas desde décadas dando rienda suelta más y más al látigo y a la explotación. Otros países están siendo ejemplo, Túnez el más reciente, Albania, incluso cerca de casa es de encomiar la actitud del pueblo francés y griego. Se puede perder esta guerra, porque ellos son poderosos, tienen las armas y ningún escrúpulo, pero lo que no se puede hacer es rendirse sin lucha.
Policías griegos desbordados por la ira del pueblo |
Políticos, empresarios, bancos: Sois el enemigo más irreconciliable. Pero vuestro dinero y poder no os asegura la victoria, el rencor que habéis sembrado no solo ha germinado en unos pocos resistentes que vivimos en vuestro pervertido occidente. Otros estados que no os han rendido pleitesía están aprovechando vuestras debilidades y cobardía para armarse y golpearos donde más duele. Una guerra está próxima, porque vuestra codicia como siempre os incitará a robar lo que es de otro y en esta ocasión os encontraréis con un enemigo más fuerte que nunca, portando en sus estandartes las banderas de la independencia, libertad y justicia. Mientras vuestros mercenarios desertan y mueren fuera de casa, dentro de ella, más cerca de lo que creéis estaremos nosotros, esperando el momento más oportuno para daros una certera puñalada. No sin antes haceros contemplar como se desmorona y perdéis lo que habéis conseguido durante siglos de expolio e infamia.
Obreros acomodados, cobardes, rebaños: Haceos a un lado y esconderos en el redil de vuestros amos. No atendéis a razones porque vuestra miseria y cobardía os anulan como ser humano y sólo reaccionáis ante el látigo de los tiranos que servís fielmente. No oséis levantad vuestras voces ni manos contra nosotros, vuestras excusas para disfrazar vuestra cobardía, mentiras y sobornos, no nos harán desistir. Sois unos traidores a vuestra patria y a vuestra clase, animales que provocaréis el desastre no sólo a vuestros hijos, si no a los de todos los que aún nos queda algo de dignidad y humanidad en nuestra alma. No os consideramos como iguales, ni como compañeros, solo sois heces con patas que no dudaremos en pisar y apartar de nuestro camino. Seguid acudiendo a trabajar en las huelgas, seguid pensando que podéis engañar, aparcando lejos de vuestro puesto de trabajo o cerrando las persianas de vuestras fábricas. ¿No sabéis que compartimos puesto de trabajo con vosotros? Podríamos ser ese agradable compañero callado de la mesa de enfrente que viste camisa de algodón y creéis inofensivo.
Los nuevos enemigos del Occidente Capitalista. |
Señor Rajoy y demás plutócratas, los españoles de verdad, los pocos que quedamos no tenemos sed de votaros, tenemos sed de ajusticiaros; sed de justicia y libertad contra vuestra incompetencia y arrogancia. Quizás en España tengáis al pueblo narcotizado, pero estáis viendo que en muchos lugares del mundo las masas empiezan a agitarse.
Vuestra codicia es vuestro mayor enemigo, puesto que no sabéis que oprimiéndonos a aquellos que tenemos poco, nos quitáis lo poco que tenemos y nos hacéis personas sin nada que perder; gente desesperada, iracunda que no teme a nada, ni siquiera a la muerte. Vuestro fin esta cerca y no veréis la entrada de la próxima década. Es entonces cuando la verdadera historia que ya no estará prostituida por vuestras mentiras os emplazará ante su tribunal a todos aquellos, que imperando hoy en el mundo habéis hollado leyes y derechos, precipitando a nuestro pueblo en la ruina y que además en medio de la desgracia de la patria, habéis colocado vuestros intereses personales por encima de los de la comunidad.