jueves, 27 de enero de 2011

SED DE JUSTICIA Parte 2

¡No queremos españoles!. Esta es una frase que están escuchando cada vez más trabajadores españoles en boca de algunos empresarios y de algunas empresas de trabajo temporal. Se lo dicen así, a la cara, sin cortarse un pelo. A muchas empresas les han puesto el caramelo de la inmigración masiva y barata en la boca y ya no lo quieren soltar. En estas circunstancias, se podría esperar que los sindicatos y partidos de la autodenominada izquierda hicieran algo al respecto, pero poco podemos esperar de una gente que ha estado llamando “vagos“ a los españoles durante más de diez años. “Los españoles ya no quieren trabajar, por eso traemos inmigrantes“, nos decían. Ahora, muchos españoles, tras el derrumbe de la construcción,  han vuelto a esos trabajos que supuestamente no querían hacer, pero dudamos mucho que ninguno de los que les insultaron les pidan perdón. Curiosamente, no se atreven a llamar “vagos“ a los marroquíes, a pesar de que este colectivo supera el 40% de paro.
Realmente, lo que pasa es que los españoles han sido expulsados literalmente de muchos sectores laborales como la hostelería y el servicio doméstico, ya que los inmigrantres trabajan por sueldos más bajos y muchas veces en situación irregular. Son esos sectores en los que antes encontraban su primer trabajo los jóvenes españoles mientras cursaban sus estudios o adquirían una formación profesional. Hoy, esos trabajos están copados por inmigrantes y el resultado es el previsible: un 40% de paro juvenil en España, una juventud cada vez menos esperanzada en el futuro y más propensa a caer en las drogas o en cualquier otro fenómeno destructivo.

Lás élites gobernantes de sus países de origen son responsables, por venderse a las multinacionales que en ellos se asientan. Nuestra clase política también es culpable. Ha abierto la puerta a millones de inmigrantes sin nuestro permiso, hace una regularización masiva tras otra, cuya consecuencia lógica es un continuo efecto llamada que, lejos de disminuir la cantidad de inmigrantes ilegales, la aumenta; se les concede la nacionalidad española de forma masiva, se les dan todo tipo de derechos, incluidos a los ilegales, preferencia en las ayudas, como ayudas a las empresas por cada inmigrante que contratan ¿cómo no se les va a contratar en esta situación?

Por no hablar de toda la economía sumergida que hay alrededor de este colectivo y que nadie hace nada por controlar. Sólo el 25% de los inmigrantes (algo más de millón y medio de los siete millones que hay) cotiza a la Seguridad Social en España y sus aportaciones son de las más bajas. Esto es una muestra de la gran cantidad de trabajo ilegal que existe. Siete mil millones de euros es la cantidad que los inmigrantes enviaron a sus países de origen el último año. Nadie calcula qué parte de esa cantidad viene de ingresos ilegales, nadie controla a los establecimientos chinos, que se pasan por el forro todas las normativas laborales y de apertura de comercios. Los inspectores de trabajo molestan al comercio español mientras tienen órdenes expresas de dejar en paz a los chinos. La reciente visita de dirigentes chinos a nuestro país no augura nada bueno. Es muy probable que los próximos meses la invasión económica china en nuestro país vaya en aumento.

El PSOE mendingando el voto inmigrante
Se podría pensar que es normal que la patronal y los liberales estén encantados con esta invasión ya que baja los salarios. Lo que ya no es tan normal es que toda la izquierda (política, sindical y ultra) esté igual o más encantada, por lo que, una de dos, o son unos traidores al trabajador nacional, o tienen algún plan oculto respecto a la inmigración masiva, que podría consistir en ganarse su voto para futuras elecciones o incluso aprovecharse del papel disgregador que tiene la inmigración masiva sobre las sociedades para conseguir uno de los viejos sueños de la llamada izquierda española: la destrucción del estado nacional español, aunque sea a costa de reventar nuestro mercado laboral y hundiendo al trabajador que dicen defender.

Hace unos días el señor Rajoy, declaró que los españoles tienen sed de urnas, ansioso por unas encuestas tan favorables que darían al PP una mayoría. Esas encuestas no demuestran más que la lamentable actitud del pueblo español, que como una pelota de ping pong en una mesa va de pala roja a pala azul, todavía sin comprender que los dos jugadores son parte del juego y que dejan al pueblo carente de voluntad e iniciativa. Los políticos del que se puede llamar partido único PP-PSOE, están más sedientos que nunca de poder, porque ven una oportunidad única de oprimir y alcanzar cotas de omnipotencia nunca antes vistas ni por los mayores tiranos de la historia. Esto nunca ha sido ni es una democracia, mandan los mismos de siempre, los hijos de los hijos de los que llevan tiranizando esta patria durante décadas. No hay futuro con este sistema, inútil y oligarca, que solo se sustenta en sus innumerables crisis sufridas desde décadas dando rienda suelta  más y más al látigo y a la explotación. Otros países están siendo ejemplo, Túnez el más reciente, Albania, incluso cerca de casa es de encomiar la actitud del pueblo francés y griego. Se puede perder esta guerra, porque ellos son poderosos, tienen las armas y ningún escrúpulo, pero lo que no se puede hacer es rendirse sin lucha.

Policías griegos desbordados por la ira del pueblo


Políticos, empresarios, bancos: Sois el enemigo más irreconciliable. Pero vuestro dinero y poder no os asegura la victoria, el rencor que habéis sembrado no solo ha germinado en unos pocos resistentes que vivimos en vuestro pervertido occidente. Otros estados que no os han rendido pleitesía están aprovechando vuestras debilidades y cobardía para armarse y golpearos donde más duele. Una guerra está próxima, porque vuestra codicia como siempre os incitará a robar lo que es de otro y en esta ocasión os encontraréis con un enemigo más fuerte que nunca, portando en sus estandartes las banderas de la independencia, libertad y justicia. Mientras vuestros mercenarios desertan y mueren fuera de casa, dentro de ella, más cerca de lo que creéis estaremos nosotros, esperando el momento más oportuno para daros una certera puñalada. No sin antes haceros contemplar como se desmorona y perdéis lo que habéis conseguido durante siglos de expolio e infamia.


Obreros acomodados, cobardes, rebaños: Haceos a un lado y esconderos en el redil de vuestros amos. No atendéis a razones porque vuestra miseria y cobardía os anulan como ser humano y sólo reaccionáis ante el látigo de los tiranos que servís fielmente. No oséis levantad vuestras voces ni manos contra nosotros, vuestras excusas para disfrazar vuestra cobardía, mentiras y sobornos, no nos harán desistir. Sois unos traidores a vuestra patria y a vuestra clase, animales que provocaréis el desastre no sólo a vuestros hijos, si no a los de todos los que aún nos queda algo de dignidad y humanidad en nuestra alma. No os consideramos como iguales, ni como compañeros, solo sois heces con patas que no dudaremos en pisar y apartar de nuestro camino. Seguid acudiendo a trabajar en las huelgas, seguid pensando que podéis engañar, aparcando lejos de vuestro puesto de trabajo o cerrando las persianas de vuestras fábricas. ¿No sabéis que compartimos puesto de trabajo con vosotros?  Podríamos ser ese agradable compañero callado de la mesa de enfrente que viste camisa de algodón y creéis inofensivo.

Los  nuevos enemigos del Occidente Capitalista.
Señor Rajoy y demás plutócratas, los españoles de verdad, los pocos que quedamos no tenemos sed de votaros, tenemos sed de ajusticiaros; sed de justicia y libertad contra vuestra incompetencia y arrogancia. Quizás en España tengáis al  pueblo narcotizado, pero estáis viendo que en muchos lugares del mundo las  masas empiezan a agitarse.
 Vuestra codicia es vuestro mayor enemigo, puesto que no sabéis que oprimiéndonos a aquellos que tenemos poco, nos quitáis lo poco que tenemos y nos hacéis personas sin nada que perder;  gente desesperada, iracunda que no teme a nada, ni siquiera a la muerte. Vuestro fin esta cerca y no veréis la entrada de la próxima década. Es entonces cuando la verdadera historia que ya no estará prostituida por vuestras mentiras os emplazará ante su tribunal a todos aquellos, que imperando hoy en el mundo habéis hollado leyes y derechos, precipitando a nuestro pueblo en la ruina y que además en medio de la desgracia de la patria, habéis colocado vuestros intereses personales por encima de los de la comunidad.

SED DE JUSTICIA Parte 1

Con Enero del nuevo año tocando a su fin nada ha cambiado a mejor en España, donde persiste ese silencio infame y lúgrube que ya caracteriza al populacho ibérico. Sin embargo ese silencio no es tal en los oídos de los dignos españoles, que de manera estridente y obstinada retumba haciendo manar de nuestras almas la mayor y profunda ira, mezclada con el mayor de los desprecios posibles ante una situación social, política y humana insostenible.

Empezamos el año como lo acabamos con una cifra real de parados que puede superar los 5 millones y subiendo. La aplicación de la bienaventurada reforma laboral de Junio, que según el gobierno iba a hacer crecer el empleo y que iba a mejorar la estabilidad laboral, no hace más que lo contrario, tal y como en su día advertí .Está  suponiendo más paro, menos derechos laborales y mayor caciquismo por parte de la lacra empresarial española contra los trabajadores. Sin embargo, no hubo respuesta social entonces, porque no se le puede llamar respuesta a una huelga-light y fiestera de la casta burguesa-sindical que por muchas muestras de pataleta e indignación que simularon, no nos ha resultado creíble ante el silencio complaciente que nos han brindado hasta ahora.
 Como no me he cansado de repetir estamos a la cola en todo, siendo el único país de nuestro entorno donde se mantiene una indignante calma social y un amansamiento intolerable.

Con estos precedentes, y dada la actitud de un pueblo embrutecido y deficiente, la tiranía de la casta plutócrata va en aumento y tal y como se esperaba estamos a las puertas de una reforma del ya de por si precario sistema de pensiones. Con esta reforma el gobierno pretende retrasar la edad de jubilación de los ya excesivos 65 actuales a los inaceptables 67. El próximo día 28 de Enero, finalizará el plazo de lo que están llamando negociaciones con sus secuaces sindicalistas, que no hacen más que aumentar mi perplejidad y mis dudas sobré lo que estarán tratando en tantas y tantas horas de reunión con el gobierno. Unos sindicatos traidores que están haciendo el juego al gobierno, que anuncia que llevará adelante la reforma con o sin acuerdo, y es sencillamente por eso por lo que los sindicatos, si verdaderamente serían leales a lo que dicen defender se deberían haber levantado de la mesa hace tiempo, rasgarse sus vestiduras públicamente y convocar una huelga general indefinida para ahogar al gobierno ante las cercanas elecciones municipales.

Pero en España todo está corrupto y podrido. Los cuatro seres humanos que quedamos en España tenemos que vivir cautivos entre una oligarquía de gobernantes déspotas y esbirros del Nuevo Orden Mundial, bajo una monarquía impuesta, ilegítima de corte feudal y lo peor de todo, compartiendo espacio y aire con la mayor ralea humana de pueblo que jamás he imaginado que pudiera existir.  Creo firmemente y sin ánimo de incitar a más tiranos de los que ya tenemos, que no hay país más fácil de explotar, tiranizar, humillar y destruir que España. No queda nada de las gentes españolas de antaño, que forjaron un pasado histórico digno de orgullo, no queda humanidad en España, tan solo una mezcla de lobotomizados estómagos con patas, cobardes e ignorante mezcla de animales con forma humana.


Un historiador inglés hace tiempo comentó que si alguien le gustaría saber como arruinar innumerables veces a un gran país, solo tenía que estudiar la historia de España. No sólo han arruinado España, han fragmentado toda la cohesión, unión popular y sentimiento de comunidad, dando como resultado una amalgama de egoístas, individualistas y dóciles hordas de ovejas.

El gobierno, por su parte se ha quitado la máscara y ahora observo sorprendido con que facilidad resuelve un conflicto laboral recurriendo a medidas golpistas como el estado de excepción y la militarización del espacio aéreo. Lejos de sufrir rechazo social, lo más sorprendente es que la masa, femenina e inerte apoye esta medida y lo que ha supuesto entre otras cosas la privatización de AENA (más patrimonio público a repartir entre cerdos e hijos de puta de empresarios) y el precedente de utilizar al ejercito para solucionar conflictos laborales, cosa que es de extrema gravedad. Nada defiende mejor mis argumentos que los múltiples mensajes de la chusma, exigiendo la privatización de AENA, y sus no más lamentables quejas haciendo públicas sus miserables actitudes ante las condiciones laborales, recalcando que ellos a pesar de todo no se quejan y pidiendo mano dura a los controladores.  Malditos seáis todos desgraciado rebaño, porque con vuestra servil actitud de negritos algodoneros y vuestro individualismo egoísta estáis perjudicándonos a todos los pocos que quedamos que ya estamos hartos. Sólo pensáis en vuestras putas vacaciones y placer inmediato, o simplemente es por pura envidia.

El porvenir es oscuro e indignante. Para meter más leña al fuego están los sorprendentes datos de empleo que he descubierto indagando por los medios en los que según un estudio de la Empresa de Explotación temporal también llamada ETT ManPower sobre el mercado laboral español desde marzo hasta septiembre de 2010 durante este tiempo el 70% del empleo creado fue destinado a inmigrantes. En concreto, del total de trabajos, 109.000 fueron destinados a extranjeros mientras que sólo en 42.000 casos el destinatario fue un trabajador español. El resultado es simplemente escandaloso, con más de cuatro millones y medio de parados (por  encima del 20% de la población activa, el mayor de toda Europa) se sigue dando más trabajo a inmigrantes que a españoles. Se nos dijo que con la crisis los inmigrantes serían los primeros en irse al paro y aunque es cierto que este colectivo sufre un 27% de paro (más de 600.000 personas) también lo es que ante la necesidad de recortar costes por la crisis, muchos empresarios están contratando a extranjeros, ya que les salen más baratos que los autóctonos. Un 27% de paro, no está mal, teniendo en cuenta que venían a “trabajar donde los españoles no quieren“.
La entrada salvaje e indiscriminada de población extranjera ha masificado el mercado laboral hundiendo los salarios y empeorando las condiciones laborales de muchos trabajos, en especial en aquellos sectores menos productivos como la hostelería. Además, cualquier persona con un mínimo de memoria recordará los principales argumentos que han esgrimido en los últimos años tanto PP y PSOE, donde defendían la entrada masiva e incontrolada  de población extranjera entre otros falsos argumentos, como una manera de salvar nuestras pensiones debido a su gran natalidad y sus convenientes cotizaciones. Nada más lejos de la realidad, me harté de repetirlo entonces, los  inmigrantes solo han acelerado el expolio de nuestra Seguridad Social, dedicándose principalmente a la economía sumergida, acaparando todas las ayudas sociales habidas y por haber, inundando nuestros centros de salud, nuestras prisiones y aumentando la delincuencia con el consiguiente derroche que eso supone. Como he dicho muchas veces, este fenómeno es desastroso para España porque impide el urgente cambio de modelo económico que necesitamos, ya que con esta presencia masiva de mano de obra barata, la ralea empresarial que tanto se llena la boca con aumentar lo que llaman “productividad” no invierten en mejorar ésta, dejando claro que para ellos la productividad reside únicamente en convertir las empresas en un campo de negros sin cualificación y rozando el analfabetismo, mientras se llenan de ayudas públicas por contratación de inmigrantes, ahorran en mano de obra pagando sueldos basura y extorsionan a los trabajadores autóctonos pisando nuestros derechos . Al mismo tiempo, los trabajadores cualificados españoles se marchan al extranjero donde son realmente valorados.

La globalización está actuando en dos sentidos; por un lado, las empresas se van de nuestros países y se deslocalizan a otras zonas como Asia o África, con costes mucho más bajos y con una total desregulación laboral. En sentido contrario, las empresas que se quedan, importan la mano de obra de esos mismos países, haciendo más y más notable la carencia de lo que llaman “productividad” y por consiguiente un producto español chapucero que no vende. El que gana con todo esto es el gran empresario internacional, mientras que el perdedor es el trabajador español, que se ve empujado al paro y a la precariedad.

En estas situaciones lo fácil es cargar contra el inmigrante, pero los culpables son los políticos y una parte importante de nuestra clase empresarial. Una clase empresarial española, en demasiados casos miope y cortoplacista, que apoya la inmigración buscando el beneficio inmediato sin invertir en productividad, que no se da cuenta de que a la larga esta invasión tercermundista infracualificada será desastrosa para la economía y sólo ve el beneficio a corto plazo, al igual que hicieron los antiguos esclavistas del sur de Estados Unidos con la importación deliberada de una masa de inmigrantes africanos para esclavizarlos en sus plantaciones. No se dan cuenta de que las tensiones sociales y la inestabilidad que creará la inmigración masiva en el futuro serán un lastre para la economía. No ven que salarios bajos es consumo bajo, lo que ralentiza la economía y obliga a la gente a endeudarse en exceso para invertir y consumir.