Autor: Lucio Peñacoba
Revista Verbo y Acción nº 20 año 2
Muchas son las fuerzas que interactúan en la vida política y en la sociedad, es innegable que el lobby judío es una de ellas y sin duda una de las más impor- tantes, tanto es así que recientemente dos de los hombres más poderosos del mundo, el presidente estadounidense Barack Obama y su secretario de es- tado John Kerry, llegaron a sentirse incómodos por las presiones del lobby judío en el Congreso, presiones que iban acompañadas de reiterados ataques por parte de líderes de la comunidad judía en los EEUU a las políticas de la Casa Blanca, actitudes que eran espoleadas por el gobierno de Benjamín Netanyahu.
Podrían escribirse kilómetros de papel sobre cómo la comunidad judía, un colectivo porcentualmente insig- nificante de población de los Estados Unidos, consigue poner contra las cuerdas al presidente de la nación mas poderosa del mundo, pero lo verdaderamente importante no es tanto cómo se ejerce dicho poder, lo importante es que la capacidad de presionar existe y hay sobradas muestras de ello. Basta echar un vistazo a la prensa para ver cómo el lobby judío plantea y culmina exigencias que parecerían descabelladas si otra comunidad las pusiera sobre la mesa.
¿Recuerdan recientemente cuando el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, añadió una nueva exigencia en sus negociaciones con el secretario de esta- do de EEUU, John Kerry, y el presidente palestino Mahmud Abas? Quería que los palestinos reconocieran a Israel como “estado judío”. Decir que Israel es un estado “judío” sería como decir que EEUU es un estado “blanco”. ¿Se imaginan ustedes? Recordemos que 1,7 millones de israelíes (alrededor de una quinta parte de la población) son palestinos, en su mayoría musulmanes, y también hay algunos cristianos, lo que no ha impedido que el consejo de ministros israelí aprobara una polémica propuesta de ley para que se enseñe en las escuelas el concepto de que “Israel es un estado judío”. Lógicamente los padres de los alumnos palestinos están "entusiasmados".
Pero el motivo por el que hoy me decido a escribir sobre este siempre delicado y escabroso asunto no es por la bien conocida influencia y poder del sionismo en los EEUU sino por la creciente influencia que dicho lobby está ejerciendo en el panorama político de Eu ropa. Sus portavoces oficiales (el Congreso Mundial Judío y el Congreso Europeo Judío) actúan indisimuladamente en Europa planteando exigencias de todo tipo y, reconozcámoslo, con notable éxito, o acaso hemos olvidado sus exigencias de frenar al partido griego Amanecer Dorado. El ex ministro griego de justicia y diputado de Izquierda Democrática, Antoni Roupakiotis, reconoció recientemente que detrás de la persecución contra Amanecer Dorado existieron presiones de organizaciones judías estadounidenses y europeas, y en las mismas declaraciones admitió que los arrestos de los líderes de la formación nacionalista griega estaban ligados a la visita del señor Samaras a Estados Unidos, donde se reunió con el “American Jewish Committee”. Anteriormente organismos como el Congreso Judío Mundial había exigido su disolución y la Liga Anti-Difamación había lanzado numerosos llamamientos a los regímenes occidentales para que tomaran medidas contra dicho movimiento.
Con todo, lo peor no es lo ocurrido sino lo que podría avecinarse. Tras el éxito cosechado contra Amanecer Dorado y con la promulgación de leyes que condenan con la cárcel cuestionar, total o parcialmente, la versión oficial del holocausto, el lobby sionista se encuentra crecido. Han tomado conciencia clara de su poder y están dispuestos a ejercerlo. El Congreso Mundial Judío pide contundencia a Europa en su lucha contra los partidos nacionalistas a los que califican de neonazis. El jefe del Congreso Judío Europeo, Moshe Kantor, ha exigido a las autoridades europeas que hagan lo posible para detener el ascenso de los “par- tidos neonazis” en todo el continente.
La experiencia nos dice que no pueden tomarse a broma las exigencias de estos señores, máxime en el caso de España que cuenta con un gobierno timoneado por el PP, uno de los partidos más pro sionistas del mundo.
El ex presidente del Gobierno José María Aznar ha participado incluso en Jerusalén en alguna edición del Congreso Mundial Judío, y el mismo Aznar lideró la creación de la asociación internacional "Amigos de Israel". Así pues no es de extrañar que fuera galardo- nado en 2010 con el premio “Or Janucá” que otorga en España la comunidad judía, premio que por cierto en el año 2011 recayó en la señora Esperanza Aguirre por su "amistad, colaboración y apoyo a la institución". En 2013 el premiado fue otro dirigente del PP, Ignacio García de Vinuesa, alcalde de Alcobendas. Y poro supuesto no podemos olvidar a nuestro Ministro de Justicia el señor Gallardón, doctor honoris causa en Filosofía de la Universidad de Haifa, y que como buen militante del PP está dispuesto a nacionalizar a más de dos millones de judíos sefardíes y mandar a la cárcel a los historiadores revisionistas.
Lo curioso de la persecución que, promocionada por el sionismo, se avecina en toda Europa contra los patriotas es que ésta se hará en nombre de la lucha por la tolerancia y contra la xenofobia. ¿Por qué digo que esto es lo curioso? Pues porque en Israel, ese país que desean que sea reconocido como “estado judío”, ocurren cosas que están mucho, pero mucho más allá de lo que demandan estos partidos que los sionistas pre tenden ilegalizar.
¿Sabía usted que en Israel existen carreteras segregadas? Algunas carreteras son sólo para judíos y su uso no les está permitido a los palestinos que tienen vetado circular, por ejemplo, por la carretera 443 que atraviesa Cisjordania. ¿Imaginan que en España alguien pretendiera prohibir el uso de determinadas carreteras a los inmigrantes?
¿Sabía usted que en Israel se permiten escuelas segregadas sólo para blancos? Escuelas donde los niños judíos etíopes de raza negra estudian aparte de los niños judíos blancos. Recordemos que en Israel no existe ninguna ley que impida la discriminación racial.
¿Recuerda usted la polémica desatada porque el hijo del Primer Ministro de Israel, Benjamín Netanyahu,tenía una novia no judía? La polémica llegó hasta el parlamento israelí donde no son pocos los que ven en este noviazgo una “catástrofe”, un proceso de “asimi- lación” que pervertirá a su pueblo, una “pérdida de la identidad nacional". ¿Imaginan la reacción del Congreso Judío Europeo si una polémica similar se hubie ra desatado con motivo del noviazgo de algún vástago de un Primer Ministro europeo con una chica judía?
¿Recuerda usted el escándalo en Israel tras el rechazo de la donación de sangre de una diputada negra? La sangre de Pnina Tamano-Shata no fue aceptada porque, según el Ministerio de Salud, "no es posible tomar la sangre de origen judío-etíope". Tamano- Shata aseguró, en una entrevista con la cadena televisiva "10", que se siente indignada por la actitud de las autoridades sanitarias al ser tratada de forma diferente por el color de piel. “Tengo 32 años, cuando tenía tres llegué a vivir a Israel, hice mi servicio militar y tengo dos hijos; no tienen motivos para tratarme de esa manera", dijo.
Otra noticia interesante fue la vergonzo- sa exposición de pancartas en una gesta deportiva, exigiendo al equipo de fútbol Betar mantenerse “puro para siempre” poco después de haber fichado a dos jugadores musulmanes. Después se pro- ducía la destrucción de sus instalaciones por parte de vándalos. La falta de control policial ha convertido el fútbol israelí en una fuente de violencia, de racismo y de odio.
Un informe del Comité de las Naciones Unidas para la Eliminación de la Discriminación Racial (CERD, por sus siglas en inglés) publicado 9 de marzo de 2012 critica a Israel por violar el derecho a la igualdad. Una versión preliminar del informe del CERD indica que casi en cada faceta de la vida israelí se pueden encontrar prejuicios raciales. Según este informe, la legislación clave en Israel es contraria a esta convención. La Ley Básica de Israel (lo más cercano que existe en Israel a una constitución escrita) no contiene com promiso alguno con la igualdad o con la prohibición de la discriminación. La legislación israelí tampoco con- tiene una definición adecuada de discriminación racial.
El CERD expresa una particular preocupación por la segregación entre las comunidades judías y no judías en Israel. Por ejemplo:
- Existen dos sistemas diferentes de educación, uno en hebreo y otro en árabe.
- Existen dos sistemas diferentes de gobierno local para los municipios judíos y para los municipios “de las minorías”.
- Los judíos etíopes se enfrentan a toda una serie de problemas en Israel, tales como frecuentes agresiones verbales de naturaleza racista y tener que limitarse a empleos mal remunerados.
- Israel niega a los palestinos (incluyendo a los beduinos) un acceso igual a la tierra y a la propiedad por medio de varias leyes discriminatorias.
Con dos sistemas legales y dos grupos de instituciones completamente diferentes para los colonos israelíes y para los palestinos, el CERD está “horrorizado por el carácter hermético de esta segregación”.
Después de lo que ha leído no le sorprenderá saber que La resolución 3379 de la Asamblea General de la ONU, aprobada el 10 de noviembre de 1975 por 72 votos a favor, 35 en contra y 32 abstenciones, equi- paró al sionismo con el racismo en general y con el apartheid sudafricano en particular, y llamó a su eli- minación, entendiéndola como una forma de discri- minación racial.
La resolución 46/86 de la Asamblea General de la ONU revocó la determinación que figuraba en la resolución 3379 después de que Israel condicionara su participación en la Conferencia de Paz de Madrid a que la Asamblea General revocara la resolución 3379. La demanda israelí fue secundada por el entonces presi dente estadounidense George H. W. Bush, bajo cuyo auspicio se aprobó la resolución anulando la 3379.
Bien señores, pues estos sionistas que Naciones Unidas equiparó durante décadas con el racismo en ge- neral y con el apartheid sudafricano en particular son los que están maniobrando para conseguir ilegalizar decenas de partidos europeos, pero es que además dicen hacerlo para luchar ¡contra la xenofobia y la discriminación!
El Primer Ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de claró recientemente que la infiltración de inmigrantes africanos en territorio israelí es una “calamidad na cional en todos los terrenos: económico, seguridad... Si no actuamos para detener la inundación, seremos arrastrados por ella.”
Tan convencido está de los perjuicios causados por la inmigración que ha anunciado que no permitirá que "miles de trabajadores extranjeros inunden el país", ya que están conduciendo a Israel "hacia el Tercer Mun- do". Entre otras cosas Netanyahu acusa directamente a los inmigrantes de ser los responsables de la reducción de los salarios y de minar la naturaleza judía y democrática del Estado causando "un daño cultural, social y económico" a Israel.
En resumen, el señor Netanyahu asegura que Israel está inundado por una oleada de inmigrantes que amenaza con llevarse sus logros y dañar su existencia.
Entonces ¿por qué pretenden los sionistas ilegalizar a los partidos europeos que defienden exactamente lo mismo en sus respectivos países? ¿Será para dejar Europa indefensa, sumisa y silenciosa frente a esa inmigración que, al igual que en Israel, supone una calamidad en todos los terrenos?
¿Es Israel nuestro aliado tal y como nos lo presentan los líderes neoliberales españoles? Porque cualquiera diría que esta maniobrando para destruirnos.
Lucio