viernes, 7 de octubre de 2011

DEMASIADOS "EMPRENDEDORES"


Fuente: www.albertonoguera.com

Me estoy dando cuenta de que después de negar la crisis o incluso beneficiarse de ella, las chaquetas han cambiado como por ensalmo, al estilo de la Transición. Ahora resulta que la solución a la crisis es más feminismo porque el futuro se llama mujer; o la solución a la crisis es más inmigración que nos traiga su riqueza cultural; o la solución a la crisis es que se recupere el sector de la construcción. Pero lo que más risa da, con chaqueta burbujista o sin ella, es el típico listo que piensa que la solución a la crisis es tener más "emprendedores" en este bendito país.

Señores, en España el 80% del empleo está en mierda-pymes, sólo en la Comunidad Valenciana llegó a haber más de 12.000. Cada pastillero que aprende a apilar dos tochos ya se quiere poner "por su cuenta", y si no puede emplear a nadie se hace autónomo. Es una atomización completamente ineficiente. Se habla de baja productividad de los trabajadores españoles, esto puede ser cierto a medias: si computas lo que produce todo este marasmo de pymes y lo divides por los trabajadores, la cifra es baja. Pero calcula lo que producen por trabajador las empresas grandes y ya no es tan baja la cifra. Si en vez de tanto quijotillo envanecido, ladrón y defraudador hubiese más trabajadores bien cualificados otro gallo nos cantaría. Dirá alguno que lo que hace falta son emprendedores buenos, de esos de la gran idea, Jobs, Ellison, Bezos, Brin y Page. Para mí Linus Torvalds vale más que todos esos juntos.

En España, claro, ni lo uno ni lo otro: furgonetas, andamios, oficinas, chorizos y melones. Señores, aprendan primero más, atesoren más conocimiento y luego ya se verá si pueden montar algo. Estamos arruinados por la ignorancia, no por falta de emprender pymes.

Alemania se recupera de la crisis, Rusia ni se ha enterado, China arrasa Occidente. Esta gente no es que no debe dinero, es que se lo deben a ellos. No tienen emprendedores, lo que tienen son buenos trabajadores, desde el científico de un laboratorio al montador de una fábrica. Lo que hacen es trabajar más y mejor, sin envidia del prójimo y sin pasarse el día hablando. No han pasado esta última década intrigando contra sus jefes y viendo cómo podrán hacer la guerra por su cuenta, han ido ahorrando y ahora Henry Ford trabaja para Stajanov. Pero hay quien sigue sin plumas y cacareando.