miércoles, 1 de mayo de 2013

1º DE MAYO 2013



Otro año más nos encontramos, ante un nuevo 1º de Mayo. Para muchos de nosotros es una fecha simbólica y sentimental como clase,  para otros una simple efeméride y para la mayoría sólo un día festivo más en su calendario laboral. Pero el 1º de Mayo es mucho más que todo eso,  es la elección de una fecha, que  históricamente podría haber sido cualquier día del año, pues a los enemigos de los pueblos y de la infamia, nunca les ha temblado el pulso a la hora de bautizar con la sangre de muchos mártires, cualquier día del calendario. Ha habido y hay en el mundo muchos mártires como los de Chicago, en los que en su recuerdo se celebra este día, que han regado con su sangre el campo de la justicia y la libertad. Y la sangre, es el único don que no resulta engañoso.

 Las luchas del siglo XIX de esos mártires de la justicia, lejos de alejarse en el tiempo, se hacen más actuales y adoptan nuevas monstruosas formas.  La situación de la clase trabajadora es de coma clínico. En el Estado se sobrepasan holgadamente los 6 millones de parados/as y sigue sumando, animado por las decididas políticas de destrucción de empleo impulsadas por el gobierno al dictado de la patronal y de las instituciones financieras internacionales, coaccionando permanente para facilitar que los trabajadores se plieguen a los recortes de salarios y derechos impuestos por la patronal.
Somos un pueblo subyugado por una deuda, ajena a nuestra voluntad, que nos postra en sacrificio a los intereses de la gran usura internacional, representada por potencias extranjeras, la banca y logias de oscuro origen, que en su orgía de poder, reclaman recortes y el desmontaje de los servicios públicos más básicos, llevando la miseria a los sectores más débiles de la sociedad.

La corrupción que venimos viviendo en su putrefacta “democracia”, alcanza a todos los niveles del Estado, estando apestados, desde La Jefatura del Estado, pasando por todos los niveles de la política, empresarios  e incluso hasta el último funcionario de base y agente de policía. Aun así el poder, más déspota que nunca, sigue amparándose en una  más que discutible legitimidad y sobre todo en el miedo, de un pueblo que lleva muchos años sin mirarse al espejo olvidándose ya, de donde vienen y que son.

Que a todo el  mundo le quede claro y sin lugar a dudas, el sistema político y económico que nos ha dominado durante los últimos 30 años, hace aguas y está en bancarrota, evidenciando de forma cada vez más cotidiana su feroz carácter de clase, y sus agresiones constantes a la clase obrera,   practicadas de forma muy similar por las distintas opciones políticas, cuando alcanzan el gobierno, ya se autodenominen de izquierda o de derecha.
Ha llegado la hora de dar un golpe en la mesa y romper su tablero de juego y sus reglas, caiga quien caiga, pues estos genocidas que han arrasado el país en poco menos de 3 décadas, ponen su mirada directamente en nosotros, en nuestros hijos en nuestras familias. Por eso sólo es posible  salir de ésta desde fuera del sistema y de las instituciones. Sólo superando el miedo y con la solidaridad, el apoyo mutuo, la autogestión y la acción directa como valores, podemos resistir y vencer a su individualismo, su competitividad y su interés. Nuestros valores no son valores de anarquistas, comunistas. Son valores de la humanidad, son los valores que durante siglos nos han sacado adelante y han dado forma y espiritualidad a los pueblos. 

No tenemos tiempo que perder, no es momento de duda y pasividad, tenemos todas las motivaciones  para iniciar una guerra de liberación y espiritual contra este poder. En ello está literalmente en juego nuestra vida, nuestros valores y nuestra dignidad, el único legado que como seres humanos, tenemos deber de dejar en esta tierra a los que vienen detrás, y por el que seremos juzgados y recordados. 

Que este 1 de Mayo sirva, para que cada uno de nosotros hoy, miremos dentro del espejo de  nuestra alma, y contemplemos que ese ser humano, ese trabajador/a, ese héroe que todos llevamos dentro, aún sigue ahí, no se ha marchado, sólo ha estado dormido en esta oscura noche. Pero ya se empiezan a oír los tambores, no pueden silenciar su redoble que nos está haciendo despertar.  Ese despertar se ve cercano, hoy en vuestros rostros, en esta plaza. Trabajadores, pueblo. Feliz despertar.

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